El mayor cambio que podemos considerar en la actualidad
es, la cada vez menor distancia que separa la vida real de la que conocíamos
como vida virtual (Rossi).
Hace poco tiempo, vivir esas dos vidas paralelas, no significaba
tener que mezclar lo que acaecía en cada una de ellas. Eran independientes y autónomas. Errores o aciertos en alguna, no tenía
repercusión en la otra. Pero esto ha ido
cambiando a lo largo del tiempo, y actualmente nos encontramos ante casos en
los que jóvenes se quitan la vida, incapaces de aguantar la presión de ser
objeto de burlas y comentarios ofensivos en las redes sociales; o casos en los
que el prestigio de una figura pública se ve salpicado de algún escándalo de su
vida privada, o incluso, por un determinado y desafortunado “comentario
caliente” en alguna red social.
Pero este no es el único cambio que venimos
observando. Otra forma de conexión entre
las dos realidades es el avance que los medios tecnológicos han padecido,
enriqueciendo las experiencias sensoriales hasta el punto de llegar a casi
tocar las imágenes en tres dimensiones que ofrece la realidad aumentada,
engañando a nuestro cerebro y a nuestros sentidos.
Por tanto, cuerpo y mente, ya sea virtual o físicamente,
interaccionan y se influyen, creando unas nuevas conceptualizaciones sobre la
visión del mundo por su interacción en éste; que ahora se basan en los modelos
que se han construido con el uso de las tecnología en ámbitos donde antes no
llegaba.
2.
El
poder en el S. XXI
Como dice Castells (2009a), “en nuestra sociedad, el poder es el poder de
la comunicación”. Y es que,
influir en la opinión pública es lo que tratan de hacer desde personas
anónimas, para crearse una presencia o huella digital determinada en la red;
publicistas, que quieren vender sus productos; pasando hasta por políticos que
necesitan el apoyo de la ciudadanía para conseguir sus objetivos
partidistas. Incluso fenómenos sociales
o movimientos reivindicativos como el “15 M”, a los que Castells denomina
“contrapoder”, se han servido de la posibilidad de propagación que las nuevas
tecnologías ofrecen; consiguiendo generar una producción social del significado
para las políticas y leyes actuales de nuestra realidad social.
Así
podemos observar, tanto el poder de comunicación dirigido a lo que se podría
comparar con la alienación, como el poder de comunicación entendido como forma
activa de participación ciudadana. Las
dos caras de la misma moneda. En
definitiva, los medios de comunicación de masas no como depositarios del poder,
sino como medio en el que se decide el poder (Castells, 2009a).
De hecho, por poner un
ejemplo de entre los muchos que existen de divulgadores de pensamiento en la
red: un alto porcentaje de bloggers (usuarios
escritores de blog), lo hacen sin la intención de divulgar ideas, sino que
admiten hacerlo para ellos mismos. Esas
ideas, permanecen navegando en la red para ser recibidas y procesadas por
cualquiera que dé con ellas; influyendo así en las construcciones mentales de
la realidad “virtuo-real” de quien las encuentra.
3.
El
éxodo
Siguiendo las tendencias,
todos hemos llegado a portales y sitios web donde se fraguaba un gran poder de
comunicación con los usuarios que se iban incorporando por millares. Lugares que se enriquecían por su enorme
capacidad para hacer llegar los mensajes a las masas. Tales son los casos de Youtube o MySpace,
donde las grandes multinacionales pusieron sus ojos y sus inversiones de capital. Pero eso también ha ido cambiando, gracias a
la nueva consciencia que los usuarios hemos desarrollado casi sin darnos cuenta
y a la par que lo hacíamos con nuestras habilidades tecnológicas.
Gracias al poder de
autocomunicación de la propia masa, no somos ajenos a muchos de los propósitos
y manipulaciones que rodean a los portales más conocidos de Internet. De ahí que cada vez más se prefiera optar por
lugares menos comerciales y más independientes de las grandes marcas y tendencias
políticas (Castells, 2009b); pero sin renunciar a muchos de los servicios y
contenidos que se ofertan en ellas (películas, música, programas de televisión,
noticias, juegos, etc.). De esta forma
vemos cómo el espacio público que se va forjando en la era digital, en la
dimensión que hemos llamado “virtuo-real”,
no se rige por ningún modelo histórico, político o tecnológico; sino
social, como consecuencia de esa búsqueda que mantiene la sociedad de poder
opinar libremente.
BIBLIOGRAFÍA
- Rossi, P. G. Post-constructivismo, lenguajes y ambientes de aprendizaje. Del estudio de los media e hipertextos, a la Web 2.9, el diseño instruccional, el Post-constructivismo y la enacción.. Revista Fuentes, 13, 17-42.
- Castells, Manuel. "Comunicación, poder y contrapoder en la sociedad red (I). Los medios y la política." (2009a) http://telos.fundaciontelefonica.com/telos/articuloautorinvitado.asp@idarticulo=1&rev=75.htm (accessed June 2, 2014).
- Castells, Manuel. "Comunicación, poder y contrapoder en la sociedad red (II). Los nuevos espacios de la comunicación." (2009b). http://telos.fundaciontelefonica.com/telos/articuloautorinvitado.asp@idarticulo=1&rev=75.htm (accessed June 3,
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